La Farola del Cerro
LA FAROLA DEL CERRO
La farola del Cerro fue el primer faro que hubo
en el Río de la Plata. En el año 1799 se presupuestó
la obra en 1661 pesos, dándose comienzo a ella
por el año 2. El año 4 estaba concluida. Al principio
fue de luz fija, Iluminándose con candilejas de
barro.
El padre Arriera, hombre inteligente, se propuso
arreglarla de otro modo, haciéndola girar por medio
de cuerdas. Y así, gracias a su mecanismo, la luz de
la farola fue giratoria. Pero años después, en tiempo
de los portugueses, dejó de haberla ni fija ni giratoria,
porque se dió al trasto con la Linterna, como decía
el príor del Consulado el año 17, y no se rehabilitó
para el servido hasta setiembre del año siguiente,
mediante su recomposición, en que tuvo
principal parte nuestro buen padre don José Arriera,
que a todo se prestaba tratándose del bien, enseñándolo
como preceptor de una escuela a practicarlo
con su ejemplo a sus discípulos, haciéndose acompañar
de los más aplicados en sus excursiones al Cerro.
Desde entonces desaparecieron las candilejas de la
farola, sustituyéndose con alumbrado de aceite, sirviendo
la luz fija de nuestra atalaya, de guía al navegante
del Río como mar descubierto por Solís que
baña nuestras costas. Surgió con ese motivo la idea
de llevarse a cabo el establecimiento del faro en la
Isla de Flores. iniciado desde últimos del siglo pasado.
Pero no había fondos para emprenderlo, y de ahí
vino el convenio secreto celebrado el año 19 entre
el Cabildo y el barón de la Laguna, prometiendo
proporcionarlos, a cambio de que se reconociese como
perteneciente a la provincia de Río Grande el
terrirorio comprendido entre los ríos Cuareim y
Arapey de la Cisplatina, en compensación de los gastos
que ocasionara la construcción de la farola de la
Isla de Flores, incluso los de la pacificacíón, de que
trataremos más adelante.
Corría el año 1836 cuando una centella vino a
inutilizar la farola del Cerro, interrumpiendo su servicio
por un tiempo. AIlá fue otra vez nuestro padre
Arriera a componerla. Cinco meses duró la interrupción,
hasta que al fin, en Junio de ese año, quedó
completamente restablecida para el servicio, bajo la
dirección del buen Arriera. Como unos 15 días se
alumbró con 6 u 8 quinqués. pero por la economía
de aceite quedó reducida a sólo dos.
Siete años después, su luz se eclipsó por completo,
a causa de haber SIdo destruída la farola en el año 43
por los fuegos de los sitiadores de esa época, no volviendo
a restablecerse hasta el 52, en que volvió a
funcionar sin interrupción.
La farola del Cerro fue el primer faro que hubo
en el Río de la Plata. En el año 1799 se presupuestó
la obra en 1661 pesos, dándose comienzo a ella
por el año 2. El año 4 estaba concluida. Al principio
fue de luz fija, Iluminándose con candilejas de
barro.
El padre Arriera, hombre inteligente, se propuso
arreglarla de otro modo, haciéndola girar por medio
de cuerdas. Y así, gracias a su mecanismo, la luz de
la farola fue giratoria. Pero años después, en tiempo
de los portugueses, dejó de haberla ni fija ni giratoria,
porque se dió al trasto con la Linterna, como decía
el príor del Consulado el año 17, y no se rehabilitó
para el servido hasta setiembre del año siguiente,
mediante su recomposición, en que tuvo
principal parte nuestro buen padre don José Arriera,
que a todo se prestaba tratándose del bien, enseñándolo
como preceptor de una escuela a practicarlo
con su ejemplo a sus discípulos, haciéndose acompañar
de los más aplicados en sus excursiones al Cerro.
Desde entonces desaparecieron las candilejas de la
farola, sustituyéndose con alumbrado de aceite, sirviendo
la luz fija de nuestra atalaya, de guía al navegante
del Río como mar descubierto por Solís que
baña nuestras costas. Surgió con ese motivo la idea
de llevarse a cabo el establecimiento del faro en la
Isla de Flores. iniciado desde últimos del siglo pasado.
Pero no había fondos para emprenderlo, y de ahí
vino el convenio secreto celebrado el año 19 entre
el Cabildo y el barón de la Laguna, prometiendo
proporcionarlos, a cambio de que se reconociese como
perteneciente a la provincia de Río Grande el
terrirorio comprendido entre los ríos Cuareim y
Arapey de la Cisplatina, en compensación de los gastos
que ocasionara la construcción de la farola de la
Isla de Flores, incluso los de la pacificacíón, de que
trataremos más adelante.
Corría el año 1836 cuando una centella vino a
inutilizar la farola del Cerro, interrumpiendo su servicio
por un tiempo. AIlá fue otra vez nuestro padre
Arriera a componerla. Cinco meses duró la interrupción,
hasta que al fin, en Junio de ese año, quedó
completamente restablecida para el servicio, bajo la
dirección del buen Arriera. Como unos 15 días se
alumbró con 6 u 8 quinqués. pero por la economía
de aceite quedó reducida a sólo dos.
Siete años después, su luz se eclipsó por completo,
a causa de haber SIdo destruída la farola en el año 43
por los fuegos de los sitiadores de esa época, no volviendo
a restablecerse hasta el 52, en que volvió a
funcionar sin interrupción.
Isidoro de Maria
Características del faro:
Este faro se Fundo en 1802
Tiene una altura Focal de 148 metros
Un alcance geográfico de 30 millas
Alcance luminico de 19,5 millas
Produce dos destellos uno blanco y uno rojo cada 10 segundos
Caracteristicas:
Tres destellos cada diez segundos .
Curiosidad:
El Faro se construyó nueve años antes que la fortaleza . Durante su historia tuvo varios mecanismos de iluminación .
Tiene una altura Focal de 148 metros
Un alcance geográfico de 30 millas
Alcance luminico de 19,5 millas
Produce dos destellos uno blanco y uno rojo cada 10 segundos
Caracteristicas:
Tres destellos cada diez segundos .
Curiosidad:
El Faro se construyó nueve años antes que la fortaleza . Durante su historia tuvo varios mecanismos de iluminación .
No comments:
Post a Comment