HISTORIAS NUNCA CONTADAS DE UNA REGATA
Washington Kemayd - Octubre 2006
Transcurrieron algunos años durante los cuales el Remo en el “Club Remeros
Salto” no obtenía títulos como en otros tiempos. Varios factores incidieron en ello; pero,
el cambio llegó y seguramente de la mano del Técnico Oscar Rodríguez Loyarte,
autodidacta primero, alumno del Curso del Prof. Kart Adams después y estudioso
siempre.
Volvieron a la actividad algunos
remeros aún jóvenes, se iniciaron
muchos y trabajando se llegó al
año 1966 y el Club agregó a los
festejos de sus 50 años de vida,
la conquista, por primera vez en su historia, de
un Campeonato Nacional Senior a remo largo
en un Cuatro con timonel y para mayor gloria
tripulando el histórico casco construido
totalmente en el Club Remeros Salto por
Angelito Castellini. Compitieron además varias
tripulaciones, algunas júnior y otras que hacían
sus primeras armas, con muy buen desempeño
en categorías novicios y cadetes, es de destacar
que todas las embarcaciones y los remos que
utilizaron en esta oportunidad, como en muchas,
habían sido
construidos en la
carpintería del Club
por Angelito, con la
colaboración
invalorable de
Domingo Puigvert,
como años después
lo fuera Jesús
Piastri, destacado
Tim. M. Martegani, R. Kutscher, O. Moccelini; H. Moccelini y M. Meirelles
L. Mascari, C. de los Santos, E. Miguens, W. Kemayd, Tim. L. Caligari
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alumno de aquel gran maestro.
Estos resultados y los posteriores determinaron que ahí había comenzado el
nuevo despegue del Remo, con Plantel y Remeros en formación, solo faltaba trabajar con
acierto, porque la técnica no era como hoy, que en todo el mundo se rema igual y se
sabe que palancas usan y porque, en esos tiempos cada cual tenía su librito y sus
secretos, de todos había algo que aprender o descartar. No existía Internet, ni
filmadoras, todo era a ojo de buen cubero, por lo menos en nuestro medio, que no
accedía a Regatas Internacionales donde podían apreciarse técnicas y medidas mas
estandarizadas.
El Club con gran esfuerzo adquiere cuatro cascos en Buenos Aires al “Club
Hispano Argentino” un cuatro timonel shell y un single shell, ambos usados, pero muy
sanos y un cuatro cadete y un single cadete, nuevos, seguramente los directivos le
dijeron al “Gordo Rodríguez” bueno, con lo que hay y esto tiene para intentar hacer
realidad esas promesas. Se formaron tripulaciones a remo corto y largo, novicios,
cadete, junior y senior, que eran las categorías en que se competía en esos años y se
comenzó a ver los resultados, en alguna Regata Regional se llegó a ganar las siete
pruebas que componían el Programa.
Con triunfos, derrotas y nuevamente volver a intentarlo, se llegó al año 1970; el
Club tenía buen plantel, el Campeonato Nacional se corría, como era tradicional en Salto
al inicio de Semana Santa. Se formaron tripulaciones para encarar esa importante
prueba y como saldo de botes grandes quedaron dos remeros que pasaron, al single
junior uno y al single cadete el otro, y ambos comenzaron a entrenar juntos, un mes antes
de las Regatas le proponen al técnico, que, sin dejar de competir en single, participar
también en doble junior pidiendo el bote al “Club Regatas Concordia”, porque el Club
no contaba con ese casco, Rodríguez estuvo de acuerdo, la Directiva autoriza el trámite y
otra vez, como tantas, aparece la solidaridad deportiva y Concordia accede a prestarlo, el
único impedimento era no poder traerlo a Salto, a grandes problemas grandes
soluciones, iban en single todos los días al “Regatas Concordia”, los dejaban en
caballetes, sacaban el doble y a entrenar; luego a guardarlo y otra vez en singles a Salto.
Así, durante mas de 20 días, faltando una semana autorizan el traslado del casco al
“Club Remeros Salto”, se le ajusta el reglaje, se cambian los remos y en 2 o 3 salidas el
bote era otro.
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El técnico entusiasmado
resuelve que no corran los
singles y se dediquen
exclusivamente al doble –
¡qué visión! – resultado
inmediato: Campeón
Nacional y en adelante,
mientras compitieron
juntos, nunca perdieron una Regata Nacional ni Internacional con los colores del Club,
eso les permitió defender a la Selección Nacional en Juegos Rioplatenses,
Sudamericanos, Panamericanos, hasta que un accidente los deja fuera de los Juegos
Olímpicos de Munich 72, ya clasificados.
Desde aquel inicio en bote prestado, el Club hace construir uno en Buenos Aires
al que posteriormente le hicieron las toleteras mas fuertes, pues las de fábrica no
mantenían el reglaje, contrata al Prof. José Luis Masci como Preparador físico y el Dr.
Ariel Villar que honorariamente y con gusto los toma bajo su tutela profesional y como si
algo faltara estuvo – siempre – la figura señera de Angelito Castellini.
Bote nuevo, Técnico, Preparador físico, Médico, el apoyo del Club y de amigos, no
les faltaba nada, ¡menuda responsabilidad para esos muchachos!, resultados
J. Roux, O. Rodríguez, W. Kemayd, A. Castellini
R. Kutscher y W. Kemayd
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internacional
es: hasta los
es: hasta los
juegos Olímpicos de
Munich 72 cada vez que el
Remo representó a
Uruguay con uno o mas
botes, en la Delegación
Celeste estuvo el doble
del Club Remeros Salto”
Clasificar para los VI Juegos Panamericanos – Cali, Colombia 1971, donde
nació esta historia, costó mucho y no sólo deportivamente, donde necesariamente hubo
que ganarle a todos, incluidos los Olímpicos de México 68, luego correrle al reloj cada 15
días en Melilla, (Mdeo.) porque no se presentaban mas contrarios, si no se concurría a
poner tiempo, corrían el riesgo de quedar afuera. ¿Se imagina los gastos que esto
generaba?, había que trasladar un único bote de 10 mts de largo casi 1000 Km., pasajes
para 2 o 3 personas (remeros y técnico), Ud. se preguntará cómo se hizo para cumplir
con esta descabellada exigencia, es que deportivamente y por los costos era mejor a los
efectos de, la preparación física y técnica y mas económico, enviar a Salto una persona
de confianza de FUR a controlar los entrenamientos y no movilizar a quienes deberían
estar concentrados, pero no se hizo así. Entonces… ¿Cómo hicieron? Los viernes
remaban temprano a la tarde, desarmaban y se llevaban el bote al galpón de un amigo,
Omar Baratta, en Avda. Barbieri y la vía, éste lo mandaba a su costo arriba de un camión
con frutas a Melilla, el camionero lo descargaba el sábado de madrugada. Diario “La
Prensa” de Salto, por intermedio del recordado Luis Sosa, periodista de ese vespertino
y amigo, colaboraba con los pasajes necesarios por “TAMU”, llegaban, armaban el bote,
ponían tiempo, desarmaban y el camionero lo levantaba ese domingo de tarde; el lunes
se armaba nuevamente, se medía y a entrenar. Se cumplió con todo y los tiempos eran
buenos, pero…como si algo les faltara FUR inventa la necesidad de una prueba
Internacional previa, – a un mes de los Panamericanos –, en Uruguay había tripulaciones
que habían perdido en la cancha, pero sí tenían antecedentes internacionales, quizás,
equivocados; alguna vez se pensó que ahí apuntaba tanta rigurosidad, buscando
supuestamente la deserción del C.R.S..
R. Kutscher, O. Rodríguez, J. L. Masci y W. Kemayd
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Se viajó a Porto Alegre a buscar la clasificación definitiva, luego un par de idas
obligatorias a Montevideo por la vestimenta.
Por lo narrado se desprende que durante los tres meses previos nunca pudieron
entrenar 15 días de corrido por razones ajenas a su voluntad y en la meta, hasta ese
momento, estaba conseguir el:
Mejor logro deportivo de la historia del “Club Remeros Salto”.
Ya clasificados y tranquilos, llegan las despedidas y los buenos augurios, un
recuerdo especial es la cena en nuestro querido Club, con autoridades, forjadores, amigos,
las emotivas palabras de Angelito, la presencia de su señora Angelita, que, temiendo por su
salud, le tiraba del saco cuando se ponía muy vehemente – ¡y vaya si era vehemente! –
fotos como ésta, aún hoy, no se pueden mirar mucho porque nublan la vista.
Llegó la hora de viajar a Colombia, como en un sueño, Salto – Montevideo en
“ONDA” ¿se acuerda? – donde se unieron a los cuatro amigos de “Carmelo Rowing Club”,
luego Carrasco, Santiago de Chile – Cali y en ese amanecer tropical– que no se puede
olvidar – en la pista del aeropuerto los despiertan las palabras del Dr. H.
Paysé Reyes – Presidente del “COU”, cuando dándoles la mano les pregunta:
Y ustedes, ¿a qué vinieron?, a lo que creyendo una broma, contestaron en broma y
enseguida aquel balde de agua helada….No tienen en qué competir, su Federación no
les trajo botes – y no era chiste. La realidad de Colombia era que no había, ni hay remo en
ninguna parte del país, lo que impedía conseguir botes ahí; no tenían, ni se buscaron
recursos económicos para alquilar o trasladar esas embarcaciones de algún país vecino.
Por suerte el problema del Dos con Timonel, que necesitaban los amigos Carmelitanos, se
O. Rodríguez, Cnel. Boero, R. Kutscher, W. Kemayd, L. G. de Kemayd, Dr. A. Villar y A. Castellini
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solucionó en seguida pues Argentina había comprado unos botes en Italia, (no un doble) si
llegaban lo cedía, llegaron y esa embarcación estuvo a la orden y gracias a él conquistaron
una muy merecida medalla de bronce. La tripulación de Salto, hasta la hora de largar las
Regatas, sabía que no participaba. Nadie podía imaginar lo que estaban sufriendo, horrible
era no dormir, levantarse al amanecer para ver a los otros países entrenar, salir a correr por
la Cordillera, para cansados llamar al sueño, las noches enteras pensando en los familiares
y amigos que esperaban noticias, llegaban telegramas y cartas, solo ellos sabían lo que
estaban pasando, tanto sacrificio ¿para qué?.
En la mañana del 31 de julio de 1971, se inicia el Campeonato Panamericano en
el Lago de la Represa de Calima, a dos mil metros de altura, compiten el cuatro con
timonel, el single y el dos sin timonel y se suspende porque el viento en la montaña hacía
imposible navegar. Frente a esta emergencia vislumbran la posibilidad de conseguir con
México el Dos sin timonel, e intentar transformarlo en doble para así poder competir al
otro día; los remeros hacen los
trámites, consiguen el bote. El
presidente de la delegación
Mexicana les dice que usaran
todo lo que necesitaran, pero
que era una locura, para los
que no están empapados de la
importancia de un reglaje
W. Kemayd, Prof. R. Pesce y R. Kutscher
R. Kutscher, P. Ciappesoni, W. Kemayd, Tim. M Martínez, J. Buenahora y Prof. R. Pesce
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correcto en el bote de competencia, esto les parecerá una exageración, pero, es
imprescindible para un buen desempeño, en esa tarde y parte de la noche, con los remos
del C.R.S., a los que hubo que alargarlos para poder remar con esas medidas, (este
trabajo lo hizo Ibarra el carpintero de Brasil), las toleteras de un 4 con timonel, también de
México, y la ayuda del técnico Ruben Pesce, lo adaptan, inventando un doble.
Como tantas veces en la tarde, mientras se trabajaba, llega el strok del dos con
timonel cubano, el que había hecho una linda amistad con uno de nuestros remeros,
pese a las dificultades de esos años, (éste al otro día fue campeón panamericano),le dice
con su acento tan típico: “nu les corras luquito, ya tendrán otra oportunidad”.
Pero, los deseos de competir eran tantos que, al otro día la tripulación salteña
estuvo en la línea de largada para correr SU Panamericano
Ahora…Ud. se preguntará por qué lo del título. Es porque los remeros solo se lo
contaron a su técnico, pues les pareció que hacerlo público sería como querer justificar el
mal desempeño y ya tratarían en el futuro de demostrar que podían.
Pero, lo que es peor de esta historia es que, en los informes de los Delegados de
“FUR”, de esos Panamericanos, no figura absolutamente nada, pues seguramente no les
servía documentar tal irresponsabilidad y al fin de cuentas los remeros habían competido
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igual, hasta se había conseguido una medalla, sin ningún esfuerzo para ellos, con eso
estaban cumplidos y su paseo justificado.
Estos hechos, como otros anteriores y posteriores, hicieron que la intervención a
FUR fuera bien recibida y a partir de ahí nuevamente se volviera a creer en ella.
De lo narrado le gustaría que estuvieran todos los testigos, lamentablemente hoy,
solo quedan algunos.
La oportunidad para El Gringo y El Turco había pasado, sobre sus lágrimas
quizá se pudiera deslizar el doble junto a las ilusiones del técnico, del club, de amigos, de
Salto todo. El destino no les daría revancha, pero esa es otra historia.
También se preguntará porque se cuenta ahora, 35 años después de ocurrido, es
porque nuestro Club al cumplir sus 90º aniversario, manifiesta el deseo de atesorar
anécdotas que fueron parte de su vida social y deportiva, se consideró que tiene
sobrados derechos adquiridos sobre ésta, por lo que ha hecho y hace por la salud física y
mental de la sociedad.
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